domingo, mayo 03, 2009

HECATOMBE AL FIN: GRACIAS DON MARRANO

Ahora sí que estamos ad portas de llegar a la temi-deseada hecatombe con la cual, gracias a todos los santos que protegen la Jinca, contaremos con el motivo final que tanto anhelaban los llamados "colombianos de bien", para garantizar que el bienamado Patrón siga dirigiendo los destinos de la Jinca.

La tal hecatombe vino por donde menos imaginábamos los descreídos de las bondades del régimen del Patrón, pero por donde segurito lo esperaban sus adeptos: por una amenaza contra la salud de este feliz pueblo. Si señores, a la Jinca la aceha un virus, hasta hace un par de días denominado gripe Porcina (también conocida como influenza porcina o gripa del cerdo) y desde ayer en la tarde noche rebautizado como Virus A(H1N1) que es su nombre científico.

No sé cómo habrá sido en otros lugares del mundo, pero aquí el famoso Minprotección Social, doctor don Diego Palacio, se ha dado garra —como dicen los muchachos y como corresponde afirmar tratándose de un tema porcino— advirtiendo que ya viene, ya va a llegar, ya está que llega y, ¡gracias a Dios bendito!, ¡ya nos llego la AH1N1!

Es que la gripita llega como anillo al dedo a una Jinca donde el Minprotección, el mismitico que se ha convertido en nuestro salvador, está acusado por Yidis Medina de haberle marraneado las ofertas de prebendas que le hizo para que la pasada reelección contara con su milagroso voto. Milagroso, dice Sumercé, porque era ese el que definía si pasaba o no la reelección y hasta el día anterior la señora Yidis había jurado que ni de vainas votaba a favor de la reelección, pero ¡bendito sea mi Dios!, como dice el Patrón, cambió de opinión.

Ese cambio surtió un efecto similar al que tiene en el momento la tal gripe, porque así como en un minuto, con la levantadita de mano de Yidis, se consolidó la oportunidad del Patrón de manejar lo que hasta ese entonces era una Hacienda, como su Jinca, con el arribo de la tal AH1N1, o gripa del chancho, cundió la amnesia en la Jinca, uff… aunque no lo crean es un virus que logró acabar con el resto de males que nos asediaban, como el caso de los falsos positivos.

"Falsos Positivos" que en realidad, como bien dijera un expresidente, se deben llamar por su nombre: crímenes de Estado. Así se denomina en cualquier lugar del mundo los asesinatos de civiles al margen de una confrontación armada, que son asesinados por miembros de la fuerza pública. Y lo peor, reportados como "positivos" dados de baja en combate. Mentira, mentira. Ni "positivos" ni combatientes, simples colombianos desempleados que, de la manera más perversa que mente alguna pueda planear, fueron engañados con ofertas de trabajo para aparecer 24 horas después a cientos de kilómetros del lugar donde se les ofreció trabajo, asesinados y vestidos con camuflados de uso privativo de las Fuerzas Armadas de la gloriosa Jinca.

Pero de eso ni se habla, porque ahora estamos ocupados preguntándole a todo el que vemos por ahí si estuvo en México, si conoce a alguien que recientemente haya estado en México, si ha estado en contacto con alguien que conozca a alguien que haya llegado de México en las últimas semanas y si sabe dónde se consiguen tapabocas.

Menos mal este pueblo es tan manso, tan demoradito pa entender las cosas, porque si actuaran con inmediatez Sumercé ni se imagina la locura que se habría armado con lo que ha dicho y desdicho nuestro Minprotección. Al principio dijo que lo de la Gripe Porcina era la cosa más grave que nos podíamos imaginar, pero que el ministerio estaba preparado para atender oportunamente la urgencia y salvarnos la vida en caso de que nos llegara la peste, cosa que era prácticamente inevitable.

Luego dijo que la gripita ya venía por ahí, que estaba a punto de llegar, pero que la cosa no era tan, tan grave, porque no todo el mundo se moría por ella. Por último dio la gran noticia: confirmado, la gripa ya está en la Jinca. Fue entonces cuando precisó que no había porque alarmarse pues en general podía manejarse como una gripa común y corriente. Remedios caseros, recomendó el Patrón pa' atenderla, mientras el doctor Palacio nos advirtió que ahora no nos fuéramos a enloquecer corriendo para los hospitales y clínicas por tener la nariz tapada, fiebre y tos. Nooooo… nada de eso, no ven que no es tan grave.

Que se han muerto algunas personas por ella, sí, pero por descuido. Así que si nos cuidamos, con las instrucciones del Patrón y las precisiones del dr. Palacio nada nos va a pasar. Sumercé no ha podido entender porque, si como dice el MinProtección es un peligro mortal que no es grave y no requiere atención médica ¡¿?!, es imprescindible utilizar tapabocas. La verdad, no entiende si el tapabocas es para prevenir el contagio del virus AH1N1 o para evitar que se oigan las voces de los que por ahí de rato en rato preguntan por los Falsos Positivos, los lucrativos e ingeniosos negocios de los niños Uribe Moreno, las chuzadas del DAS, la impunidad de la Ley de Justicia y Paz, la compleja libertad del cabo Moncayo, los cambios a la Constitución para re-reelegir al Patrón… ah, y los culpables de la Yidis Política entre otras.

Por eso Sumercé cree que el Patrón y su obediente Minsalud se habían demorado en solici-ordenar a este pueblo el uso permanente del tapaboquitas, ya que no se puede imponer (por el momento) lo de la venda en los ojos, bienvenido sea el tapabocas.

Claro que como el Patrón es tan de buenas, capaz que después de su reciente visita al Papa se le hace el milagrito y surge una epidemia de conjuntivitis de altísimo nivel de peligrosidad (algo así como la tal gripa del marrano pero que amenace los ojitos de la peonada), entonces no quedara más remedio que andar con los ojos y la boca tapados.

Entre tanto tendremos que conformarnos con el tapaboquitas, que no es poca cosa. Porque en síntesis, luego de la precisa información transmitida por el Ministro de Protección Social respecto al virus del chancho y de su peligrosa-no-peligrosidad que puede o no matarnos y que requiere y no atención médica, a nadie le cabe duda que hemos iniciado el período de hecatombe que, según anunció nuestro Patrón, sería lo único que lo obligaría a repetir por tercera vez mandato patronal.

Así que al fin, y por donde menos imaginábamos, llegó la respuesta a la preguntica que tanto consultaba el Patrón a su alma respecto a su tercera elección continúa. Hecatombe, susurró don Marrano y todos sus congéneres se taparon la boca dispuestos a aguardar en silencio la tercera posesión del bienamado Patrón en lo que antes fuera un país, luego una hacienda, después una Jinca y por último una nada envidiable marranera.


2 comentarios:

Simón dijo...

sumercé, no deje de enviar esos escritos que siempre ayudan a aclarar la mente de tanta basura para porcino que dan en los noticieros,
abrazo,
simón.

Gerardo dijo...

El ministrico de salud con sus improvisaciones con todos los temas y
muy en especial en lo relativo a lo de la actual gripa, junto con el
temible ministro de defensa con lo de los crímenes de estado, el de
medio ambiente por nunca tomar las riendas de nada y ahora con la mina
de La Colosa en nuquí reserva ambiental.
El ministro del interior y la injusticia como ha usado su poder para
cubrir las andanzas de su hermano, pero muy reservado para condenar a
los responsables de las chuzadas de estado.
Los comisionados de "paz" con la burla del proceso de reinserción (que
no ha sido otra cosa sino la consolidación del paramilitarismo en el
poder) y la nunca dada reparación de las víctimas (con los principales
asesinos extraditados, lejanos de cualquier indicio verdadero de
reparación) y el patrón responsable de todo lo anterior, con su
tiranía, el juego de nunca ser claro, distrayendo a todo el mundo con
la retahíla de la seguridad democrática, donde nos ha dejado un país
más corrupto que como nunca antes se haya visto, su atornillada en el
poder, no dejan de engañarnos, pisotearnos, acabando con todo concepto
de moral y de justicia. Haciendo que el valor más destacado que pueda
existir, sea el de la lambonería, la sapería y la lagartería. Y que
todo aquel que no doble su cerviz y se hinque ante el paso del
soberano sea visto como un terrorista, como un paría o como un
infectado de gripa porcina.